UN SILENCIO MOMENTANEO

En un día como los de hoy, salir pasear puede ser algo parecido a hacerlo por un bosque solitario donde escuchar a los pájaros en el Retiro es un placer pocas veces repetido; un día en el que es fácil contar los pocos coches que pasan cuando te colocas encima del puente peatonal de cualquier autovía; un día en el que las consultas sanitarias se encuentran vacías, y las urgencias en un hospital son urgencias de verdad; un día en el que si dibujas tu nombre junto al de la persona amada en la playa de la Barceloneta nadie pasará por encima, y sólo será borrado cuando las masas salgan a la calle.

Es el silencio momentáneo de un Madrid Barça, en el que muchos y muchas lo dejan todo por un recipiente de palomitas y unas pizzas frente al televisor.

Barcelona. Fuente: Elaboración propia.

Mantis

Fuente: http://www.gamelia.com/

La mantis religiosa (Mantis religiosa) es un insecto de la familia de los Mantidae que podemos encontrar en muchos de nuestros pueblos en las noches de verano caminando por las aceras. Cuando se sienten amenazadas muestran una actitud defensiva muy agresiva pero que es pura fachada.



Según wikipedia, la relación entre la mantis religiosa y el ser humano ha sido contradictoria por la curiosidad y la desconfianza que ha suscitado. En la cultura popular se la ve como un animal peligroso y venenoso cuando es totalmente inofensivo incluso beneficioso para el ser humano, ya que se alimenta de insectos molestos para nosotros. Tiene otros nombres como la santateresa, denominada así por la posición en la que parece que se encuentra rezando cuando acecha a sus presas.

Lo que sí parece cierto es que la hembra cuando es copulada por un macho, ésta lo debora como colofón del acto sexual.

Si os encontráis con alguna durante alguna noche estival de luna llena en cualquier lugar de nuestra geografía observarla sin miedo y respetad su camino.

LE SORPRENDERÍA A CADA MINUTO

Cuando la diva, Montserrat Caballé, terminó la escena final de la ópera Norma, el Teatro Romano de Orange, en Francia, se ponía en pie y la ovación tapaba cualquier ráfaga del viento mistral que durante toda la obra estuvo peinando el vestuario de los actores que acompañaban a la protagonista.

Aquel 20 de julio de 1974 se gestaba el preludio de esta hermosa vida, que le sorprendería a cada minuto.