26 de noviembre de 2009

INTENSIDAD

El que no arriesga no gana, y es que hacer un viaje al lejano oeste, en los arbores del auténtico far west, como un relámpago, no es moco de pavo, como diría alguna folclórica.

Nueve dias: Avión desde Madrid, vía Munich, San Francisco, coche, Yosemite, coche, San Francisco, avión, Las Vegas, coche, Cañón del Colorado, coche, Las Vegas, avión, Los Ángeles, y vuelta para los madriles otra vez vía Munich, en avión, mucho ajetreo sí, pero...

...ha sido transitar por lugares ricos y diversos, desde las cuestas de la ciudad de los tranvías, el turismo familiar en un impresionante parque nacional, las tragaperras en el mismo aeropuerto, o las impresionantes vistas de cientos de capas de estratos en el cañón, a vista de pájaro en helicóptero; pero también de pequeños detalles, de chocolatinas y patatas fritas de miles de sabores, de desayunos supernutritivos, de vaqueros comprando en una gasolinera en medio del desierto con su pipa en la cadera, de cacheos en el aeropuerto, camas interminables, lavabos electrónicos, y de frases míticas como keep right o turn left, que repetía Mari Carmen, nuestro GPS, constantemente.

Y de muchas, de muchas risas de dolor de tripa, que harán el viaje inolvidable

Quien le diría a la Yeye que sería recordada a nueve usos horarios de distancia.


Cañón del Colorado (Arizona - EEUU)

15 de noviembre de 2009


Conocemos lo que vemos a los lados de las carreteras.

Cuando viajamos, ya sea en coche, autobús, tren, nuestra percepción se lmita a seguir el trayecto elegido y desviarnos unos kilómetros cada vez que llegamos a un pueblo, o a cualquier lugar elegido, pero existen gran número de espacios que pocas personas conocen. Hace unos años despareció una persona que luego se supo que había caído por un barranco. Fue descubierta porque desde varios metros abajo, herida, se dedicó a hacer señales luminosas con el espejo del coche. Creo que era una carretera en el interior de la provincia de Valencia, una carretera local, por la que casi nunca pasaba nadie.

Existen zonas en este país, del interior de la provincia de Valencia, Cuenca o Ciudad Real, en la que a penas hay asentamientos, grandes extensiones de territorio de los que nadie nunca nos ha hablado, y en los que quizás podríamos sorprendernos de encontrar algo no imaginado.

Incluso hay lugares que sin haberlos visto nos hacemos una idea de cómo son por cómo nos han contado que son. Todo el mundo se imagina la Catedral de Florencia sin haberla visto, y probablemente cuando vas, aunque la hayas visto en fotografías, es diferente a como tú la habías imaginado. Nos formamos una idea, un estereotipo de cómo es la catedral de Florencia.

Algo parecido pasa en el día a día ¿no?

8 de noviembre de 2009

METER LA PATA

La Yeye siempre tendió a meter la pata, pero como se dice  "si es que la muchacha no tiene malicia ni picardía", y en todos el pensamiento era "sí, pero lo dice a destiempo".

Se retraía por dentro cada vez que veía esas caras que la observaban como si te penetraran con la mirada cada vez que soltaba un "qué tal andamos", a un cojo, o exigir a un ciego "pero no lo ves". Y claro no lo veía. Pero también le ocurría con algunas cosas de mayor calado, como llamar al nuevo novio de una amiga por el nombre de su antiguo novio, ahí las caras eran un poema.

La Yeye es ingenua, y, cómo los todos los ingenuos, ella si algo no entiende, lo pregunta, y no se ríe sin saber de qué, como hacen el resto. El problema es cuando ante tales ingenuidades los demás se parten de risa de ella o la cortan con alguna contestación preparada, de estas maliciosas; entonces es cuando ella agacha la cabeza y analiza por qué le ocurre eso. Nunca se dio cuenta de que era tan fácil como seguir siendo como es una, pero logrando que no te afecten los comentarios de los contraingenuos.

1 de noviembre de 2009

COMO CUANDO ESCUCHAS UNA ÓPERA

A veces es tan difícil adivinar...

La vida sin concepciones nos relajaría demasiado, y eliminaría las tensiones, del "no saber qué va a pasar", o de "quién sabe qué", pero una vez vistas cuestiones irrefutables adviertes toma de decisiones.

Es complicado, pero sólo uno sabe la intencionalidad de estas palabras, en el estado en el que se esgrimen sus pensamientos para ser capaz de soportar o disfrutar qué otras cosas pasan, para que el mundo gire al revés.

Para el lector quizás sea como cuando escuchas una ópera, si eres un o una incondicional del escribiente te dará igual pero disfrutarás de lo que cuenta, y si lo conoces en persona intentarás cavilar sobre lo que cuenta.

Una pista, quizás ese verde no esconda lo maravilloso que uno pensaba que escondería, pero siempre quedará la duda de que surja lo infinito o lo pasajero.




La cautela te lleva a dicho comportamiento...