Han pasado los días y la propia iniciativa se ha reinventado, ha conseguido colaboraciones inimaginables, apoyos diversos, y recursos que hace un mes nadie pensaba que iba a tener.
El S.XXI ha comenzado ya, quizás tarde, pero ha comenzado. Las masas de hace 100 años, ante las dificultades, también se asociaban, y solicitaban el espacio para exponer sus ideas utópicas, en las que una vez puestas en marcha, muchos vieron con el tiempo cómo se acrecentaban.
Es momento de pedir derechos reales, alcanzables, que a diferencia de los de entonces, las masas siguen tras un pequeño análisis, harta de sus problemas, que causan tanto dolor como aquellos, pero cuyo objetivo de los mismos es que desaparezcan, y no buscar mundo irreales.
Muchos se llevan las manos a la cabeza cuando se superan los límites de la ilegalidad, pero quién dice que la legalidad es justa, cuando precisamente las leyes han sido en muchos casos modificadas o propuestas por movimientos en masa.
Este es el momento del cambio, de sumar apoyos, desde el apartidismo, asuntos políticamente correctos desde la gran mayoría de las ideologías, o de la moral del mayor número de ciudadanos, por unos pequeños objetivos, alcanzables, que suponen esfuerzo sí, pero donde nuestra abuela utopía no tiene cabida.
La Puerta del Sol en Junio de 2011