Saúl aquella tarde se levantó del suelo y notó que le habían dado más fuerte que otras veces... Hasta ese momento, la lucha diaria se basaba en esquivar al grupito de la calle del mercado, o a tener que pasar por la acera de enfrente haciéndose el loco ante los insultos que le propinaban aquellos chicos.
Nunca se le ocurrió llamar bola de sebo a aquel niño gordito que se sentaba 4 pupitres más atrás, ni cuatro ojos, por llevar gafas, a la hija de su vecina. Y no entendía por qué ante su forma de hablar, su forma de jugar, su forma de compartir su infancia, tenía que sufrir las descalificaciones de niños y adultos, cuando además él ni sabía si era lo que le llamaban.
Pero el peor día de todos fue aquel en el que lo llamaron sidoso, a raiz de la muerte de Rock Hudson; y se ocultó en sus penas; y pensó que aquello debía cambiar, que él debía cambiar; y empezó a practicar fútbol; y tuvieron que pasar muchos años para que se arrepintiera de que a él lo que siempre le gustó fue bailar.
Durante muchos años no guardó rencor, porque vivía en una burbuja de contradicciones, y de no entender qué le ocurría. Sabía que era diferente al resto y que sentía diferente al resto. Tiempo después supo que no estaba solo.
FELIZ DÍA DEL ORGULLO GAY LÉSBICO TRANSEXUAL Y BISEXUAL...
POR UNA EDUCACIÓN SEXUAL EN IGUALDAD Y DIVERSIDAD