os recuerdos de hace meses, las últimas fotos, teléfonos de amores y desamores, nuevos amigos, la compra del sábado, la hora de la próxima reunión se han ido, y ahora tengo que hacer memoria.
Todo a la borda por un pequeño despiste. Y es que durante un bonito día caminando con mis compañeros de geografía, fotografiando glacis y coluviones, va el teléfono se me cae al río Badiel, por si no lo sabéis en Argecilla, provincia de Guadalajara.
Y claro, ahora es el momento en el que te das cuenta de cómo uno se adapta a las nuevas tecnologías, o estas te adaptan a los tiempos modernos, y cómo echas en falta todas esas cosas que vas apuntando en tu teléfono móvil que lo usas como parte de tu vida... aunque..., no tanto...
Una compañera me dijo que su tío, después de caérsele un teléfono móvil al agua lo encendió dos años después y le funcionaba, pero yo no puedo esperar tanto, tengo llamadas pendientes que hacer.
Ah, hoy no pongo foto, las que hice en los alrededores del río Badiel, en Argecilla, provincia de Guadalajara se intenta secar, y si se puede, arreglar, en una bolsa de arroz, según me han dicho mis compañeros de geografía de la Autónoma de la mañana, y Dani, que me llamó por la noche para decirme lo mismo. Iré informando...