Me ha gustado mucho.
Uy, pues a mí me ha parecido horrible.
A mí obsoleto.
A mí no me ha gustado nada, de nada.
En aquel momento comenzó a sentirse un bicho raro. Algo no circulaba bien en sus ideas. Se trataba de poca capacidad de análisis, o de diferentes formas de ver las cosas. Tenía que dejarse seducir, o realmente ser fiel a sus principios, si es que los tenía.
Pertenecer a los guays, o a los raritos...
Con el tiempo descubrió que el grupo de los raritos era más amplio que el de los guays, porque en nuestras rarezas se hayan nuestras imperfecciones, y como tales nos formamos.
2 comentarios:
Mucho más emocionante pertenecer al grupo de los raritxs, dónde va a parar... Las sensibilidades y prioridades son distintas, no las cambio por nada del mundo (pero esto lo digo ahora, que hace mucho que superé la adolescencia, jeje).
¡Besote!
Yo tambien prefiero mil veces y un camión perteneces a grupo de los "raritos" no tienes que aparentar nada, solo y simplemmente ser tu, mostrar tus rarezas y disfrutar de las de los demas...
Un saludito
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