"Yeyeeeeee, como me vengas con un bombo no entras más en mi casa!!!"
Miedo, mucho miedo, es lo que tuvo aquellos días la Yeye, A sus quince primaveras comenzaba el tonteo. Cada tarde, desde que su madre sabía que había conocido al Manolo, la despedía con estas palabras. Ella tenía sensaciones raras como nunca, necesitaba comenzar a compartir esos sentimientos, a vivir todo aquello que había comenzado a pasar por su imaginación hacía algunos años ya, pero siempre ese miedo, a no poder volver a casa, porque si alguna vez se le ocurría volver con "un bombo" no sabía qué iba a pasar.
Nunca tuvo que pasar por la experiencia de terminar lo empezado, pero su madre recordaba cuando su amiga Catalina, a punto estuvo de desangrarse aquella noche en la que la llevó a un curandero de La Línea, tenía tan sólo 14 años y nunca quiso volver a hablar de aquella sensación de dolor, y de penalización...
Corrían los primeros años 70 y al final del franquismo la prohibición se resumía en penalización y discriminación, por no poder saborear tus placeres, por no poder disfrutar de tu vida.
Esto que pasó hace más de 30 años, resurge cada cierto tiempo de las cenizas. Las personas cometen errores, y probablemente haya que invertir en prevención de embarazos no deseados y en enfermedades de transmisión sexual, pero una vez cometido el error existen muchas posibilidades de que un nacimiento traiga infelicidades...
3 comentarios:
Totalmente de acuerdo con la moraleja de la historia yeyera.zidanoe. un beso antonio, que bien escribes jodío jejeje
CREO QUE LO MAS IMPORTANTE DE TODO ES QUE LAS MUJERES PODAMOS ELEGIR LIBREMENTE ABORTAR, SIN POR ELLO TENER QUE SER SANCIONADAS LEGALMENTE O JUZGADAS MORALMENTE. ES UNA DECISION MUY PERSONAL. ADEMAS DEMOCRACIA SIGNIFICA PODER ELEGIR LIBREMENTE.
este es un mensaje en forma de abrazo a todas "las yeyes" que sufrieron y sufren por un derecho no reconocido.
mamen
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