MANOS QUE NO DAIS, QUÉ ESPERÁIS

Hay veces que escribir en la sección de IRONÍAS (más en la columna de la derecha) supone un esfuerzo cabecil difícil, y uno ha de darle y darle a ver si sale algo. En cambio hay otras veces que no se trata tanto de esto sino de ir un día en el tren y venirte un flash que apuntas corriendo en el móvil y lo plasmas, con el permiso de la Yeye, en este vuestro blog.

Durante los días previos al 19 de marzo, Valencia es una ironía. Cientos de ninots salpican las calles de la ciudad y da pie a hacer fotos y más fotos con la impresión de que nunca sabrás cuál de ellas incluirás por aquí.

Los políticos, famosos y temas de actualidad están representados en sus "muñegotes", y a veces entre tantos es difícil reconocer a algunos de ellos.

Durante los días en Valencia lo más importante fueron las conversaciones que tuve con mis tíos, y las muchas reflexiones que hicimos. En un alarde sobre la bondad recordamos un refrán que decía "manos que no dais, qué esperáis". Un obispo con cara de incrédulo parece que reflexionara sobre este dicho en una de las fallas que esos días ocupaban Valencia, qué ironía ¿verdad?