Desde mi ventana pude adivinar la región en la que me encontraba, si el tránsito de los viandantes lograba despertar mis pensamientos, sujetar elementos que dibujaban sonoras advertencias, transitar por miles de sueños y lánguidos despertares.
Junto a la lluvia y sus placeres
Atendiendo a los placeres de
desconocidas llamadas a un timbre
Estudiando la estrategia para matar los silencios de una habitación a medio construir...
O queriendo revisar las circustancias de este largo viaje por el noroeste peninsular...
Las fotografías pertenencen a los cuatro lugares en los que he dormido en este segundo periplo vacacional, son la ciudad de Benavente en Zamora, el pueblo de Anta de Rioconejos, en la misma provincia, Santiago de Compostela, y A Coruña...
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