Quizás, porque cuando viajamos a lugares preconcebidos no somos capaces de ver más allá de lo que tenemos en la mente, nos perdemos tanto...
Muchas de nuestras ciuades costeras soportaron durante el boom del turismo la masificación en sus costas, que han dejado como herencia una oferta hotelera obsoleta, con muchas carencias, y con pocos atractivos aparentes.
Cómo muere el Pirineo en la costa catalana, Cadaqués y el Museo Dalí en Figueras, el yacimiento de Ampurias a unos pocos kilómetros, una Ciudadella convertida en museo, una preciosa bahía, y unas puestas de sol inigualables, son algunas de las razones para hospedarse en Roses, en la comarca del l'Alt Empordà.
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