A veces con solo ver sus ojos, hemos sido capaces de crear una figura eterna...
Ocultando un olor nos hemos imaginado que por su pradera podríamos haber apoyado nuestra mejilla...
A lo lejos se vislumbra un rostro que se acerca y se acerca, y comienzas a ver sus imperfecciones, languideces ante lo imaginado, y comienza a rendirte a la desazón...
Sin embargo entre miradas figuradas de ti, no hay nada como tú...
y lloras
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