Este año el anuncio promocional de la Vuelta Ciclista a España se ha rodado en Cadaqués, donde pasamos parte de nuestras vacaciones.
Si en los próximos veranos tenéis tiempo pasaros unos días por allí, pero no se lo digáis a mucha gente, el lugar tiene algo de mágico.
29 de agosto de 2009
22 de agosto de 2009
SOROLLA
Me gustaría que la exposición de Sorolla que hay en el Museo del Prado de Madrid hasta el 13 de septiembre estuviera por siempre.
La muestra nos ofrece la mayor recolección de obras del pintor, todas juntas, venidas desde diferentes lugares del mundo, Nueva York, Venecia, París, Valencia o Madrid, para regusto de los madrileños y todos los que visiten esta ciudad en estos días de infernal calor veraniego.
Entrar en las salas donde está expuesta su obra es encontrar la cotidianidad de una familia acomodada de principios del Siglo XX que entre las dificultades de los de alrededor, retratadas de igual manera por Sorolla, viven a la sombra de los tiempos, entre otras pinturas que no dejan de ofrecer el instante en el que se encuentra el autor.
Una de las obras más sociales e impresionantes de Sorolla es Triste Herencia, que pintó en 1899 y que pertenece a la Colección Bancaja, que según el diario El País "La escena describe a un grupo de niños tullidos que se bañan en la playa bajo la supervisión de un monje. La tela, de grandes dimensiones, le consagra. Le valió a Sorolla el Grand Prix y una medalla de honor en la Exposición Universal de París de 1900".
16 de agosto de 2009
UN PLACER PARA LOS OIDOS
Aquella primavera, durante los años 50, lo invitaron junto a otros tantos niños de un barrio pobre del extrarradio de Madrid a pasar un verano en Chipiona, Cádiz. Durante el trayecto se olvidaron de que los niños necesitan beber agua, y en el camino tan sólo una lata de sardinas fue su alimento. Una vez allí, en medio de ese océano Atlántico, donde a él le pareció ver el faro más alto del mundo, y donde percibió unas impresionantes mareas con kilómetros de diferencia entre sus alta mares y pleamares, recordaría su estancia casi cincuenta años después.
Mientras, en la rica Europa, se grababa esta hermosa interpretación en la que Jean Pierre Rampal interpreta la Sonata BVW 1020 de Johann Sebastian Bach. Ignorante. Sabría que sus descendientes, tendrían la oportunidad de revivir los dos momentos coetáneos.
Y si queréis saber más a la wikipedia deberéis consultar...
Mientras, en la rica Europa, se grababa esta hermosa interpretación en la que Jean Pierre Rampal interpreta la Sonata BVW 1020 de Johann Sebastian Bach. Ignorante. Sabría que sus descendientes, tendrían la oportunidad de revivir los dos momentos coetáneos.
Y si queréis saber más a la wikipedia deberéis consultar...
11 de agosto de 2009
CUADERNO DE VERANO 2009 III: NAVARRA
Tudela, Olite, Artajona, Pamplona, Sangüesa, Leire, Ochagavia, Orbaitzeta, Aurizberri, Irati, San Jean Pie-de-port, Roncesvalles, Viana, Logroño, Santo Domingo de la Calzada. La alta y la baja Navarra, La Ríoja. Cinco días, y cuatro noches, bajando, subiendo, leyendo, admirando, soñando, imaginando, estupefactos antes tales maravillas del románico, del gótico, del renacimiento, del barroco... Esperando al anochecer para caer rendidos de sueño, pasando calor, frío, lluvia, viento, y recibiendo la sonrisa de los de allá, sus historias, sus leyendas. Animando a la visita a nuestro origen, y pensando en repetir.
Viajar no es gratuito pero sí ir bien acompañado.9 de agosto de 2009
CUADERNO DE VERANO 2009 II: FIRENZE
La vieja Europa se rindió a nuestros pies, y como si de tres locuelas enamoradas del mundo se tratara, caminamos por los adoquines de Florencia, recogimos carcajadas de camino a Siena, y el viento cuidó el cutis, según dicen quienes nos quieren, de nuestros bellos rostros, en una pedregosa playa de Marina de Pisa.
Las noches, cansadas, dormían a la luz de una luna ensoñadora que vigilaba apoyada en los tejados cuentos y escenas revividas, pero que parecían nuevas; y los días vivían a la luz de un calor irrepetible, olvidado por la importancia de los hechos.
Sólo el rugir de los turistas aclamaba la estela de cada paso que dejábamos cada vez que pasábamos por el Puente Vecchio, camino del David de Miguel Ángel. Una señora con una vela en su mano nos recordó que estaba cerrado, ese día quedó oscurecido por ser el final de nuestro último encuentro...
Las noches, cansadas, dormían a la luz de una luna ensoñadora que vigilaba apoyada en los tejados cuentos y escenas revividas, pero que parecían nuevas; y los días vivían a la luz de un calor irrepetible, olvidado por la importancia de los hechos.
Sólo el rugir de los turistas aclamaba la estela de cada paso que dejábamos cada vez que pasábamos por el Puente Vecchio, camino del David de Miguel Ángel. Una señora con una vela en su mano nos recordó que estaba cerrado, ese día quedó oscurecido por ser el final de nuestro último encuentro...
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