9 de agosto de 2009

CUADERNO DE VERANO 2009 II: FIRENZE


La vieja Europa se rindió a nuestros pies, y como si de tres locuelas enamoradas del mundo se tratara, caminamos por los adoquines de Florencia, recogimos carcajadas de camino a Siena, y el viento cuidó el cutis, según dicen quienes nos quieren, de nuestros bellos rostros, en una pedregosa playa de Marina de Pisa.

Las noches, cansadas, dormían a la luz de una luna ensoñadora que vigilaba apoyada en los tejados cuentos y escenas revividas, pero que parecían nuevas; y los días vivían a la luz de un calor irrepetible, olvidado por la importancia de los hechos.


Sólo el rugir de los turistas aclamaba la estela de cada paso que dejábamos cada vez que pasábamos por el Puente Vecchio, camino del David de Miguel Ángel. Una señora con una vela en su mano nos recordó que estaba cerrado, ese día quedó oscurecido por ser el final de nuestro último encuentro...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por esta foto. Quizás no poder ver el David, sea una señal para tener que volver a esta maravillosa ciudad.

Un beso a los dos y se os quiere...fueron bonitos y agradables días...Antanina

Anónimo dijo...

Gracias a los dos por este viaje, que quedó a la mitad y habrá que terminar contemplando el David de Miguel Angel.
Un beso, Gema.