2 de diciembre de 2009

COMO EN LAS PELÍCULAS


Nunca encontré un lugar donde mis prejuicios, y los tópicos que conocía antes de llegar fueran tan reales. Nunca son totalmente iguales, pero se acercaron mucho a mi imaginario.

Gente gruesa, muy gruesa, no todo el mundo claro, pero los que lo son, lo son más que aquí; Un cowboy entrando en una gasolinera de autopista en el desierto con un sombrero vaquero, jeans roídos, y un revólver en la cadera; carreteras rectas e interminables en el desierto con innumerables caravanas a ambos lados, donde se supone que vive gente, imaginaos en las frías noches invernales de viento y arena; una mesa en la que se dirige una partida de póker, rodeado de personajes como un postadolescente con gorra, pantalón corto y sombrero de visera, una rubia cuarentona con gersey blanco escotado y fumando un cigarro, al lado una mujer algo mayor que ella, desaliñada y labios mal pintados, dos amigos que rien a carcajada con un sombrero de cowboy, un señor con gabardina; empleados de parques nacionales disfrazados como de autoridad con sombrero y aun con simpatía, muy distantes, quizás sí sean autoridad; una veinteañera oriental con acento californiano, sirviéndote cervezas en un bar de copas, con ademanes grunge, camisa por fuera y mangas más largas que sus manos.

Es un país que por mucho que quieras buscar los no tópicos, te los vas encontrando, aunque también descubras que en San Francisco nunca hace buen tiempo, con una espesa niebla que en los meses de verano no deja ver el Golden Gate, nosotros tuvimos suerte; que Los Ángeles tiene uno, o quizás varios museos de arte, no nos dio tiempo a verlos (recordad que los lunes cierran los museos en 3/4 partes del mundo), y por lo visto una vida cultural importante, al fin y al cabo es una gran ciudad; que en Las Vegas, muchos de los empleados de los hoteles tienen una pinta de ser gente muy normal;que en el Cañón del Colorado hace un frío que pela, hasta 8 y 10 º C bajo cero en las noches de invierno, y que una extensa masa de monte bajo se extiende hasta que te encuentras con el Gran Cañón, casi sin darte cuenta; que los supermercados tienen fruterías enormes con grandes variedades de verduras frescas, asíque quien no como bien es porque no quiere; y que la gente es superatenta y no sueles encontrar gente desagradable, hasta el cowboy me saludó con un "hi guy" y algo más largo que no entendí, cuando me vio sentado a la salida de la gasolinera.

En fin, que en los Estados Unidos hay de todo, como en las películas, y como en las no películas.

1 comentario:

Victoria dijo...

Que envidia me estás dando!
Ayer leí el post de "Intensidad" y me entraron ganas de irme corriendo para allá. Hoy vuelvo a entrar en tu blog y veo otro post nuevo.. ¡ahora ya tengo los dientes largos! jejeje

Supongo que en un futuro, o al menos ese es mi deseo, visitaré alguno de los lugares que mencionas. ¡ganas no me faltan!