Por lo visto naufragó en la barca de mi Lucía, esa de plástico que le regalaron para la Comunión, y que le dije al
Gutierre que se la llevara allí donde se iba él, junto a la cala aquella.
El muchacho se nos ha vuelto un
hippy, y eso que a veces no los podía ni ver. Yo no sé, pero las fotos que me manda tienen mala pinta, aunque si me las manda es porque puede y está bien.
Mientras que mantenga las gafas para poder ver me siento satisfecha...
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