Aunque sea en sueños, el derecho a volar debería ser un derecho humano: a sentir, a poder notar en la piel los dedos de quien hace que tus vellos no se relajen; a poder apoyar la cabeza en un hombro, mientras masajean tus cabellos; a relajarse e imaginar los besos que te dieron, todas las veces que uno quiera; a no eliminar las posibilidades de que unas piernas rocen las tuyas, unas nalgas acaricien tus pies, o a que el viento de un soplido eterno sortee tu cuello.
Aunque sea en sueños, el derecho a volar debería ser un derecho humano: a viajar, a pisar tierra extranjera, a saber que podrás volver a repetir el paso de una frontera, a colocar una lágrima alargada por tu mejilla mientras se seca por el frío de otros lugares, más gélidos.
Aunque sea en sueños, el derecho a volar debería ser un derecho humano: A no poseer amigos, sino a compartir mundos con ellos, en una lista de butacas, en una mesa redonda, en unas risas junto al mar, llorando por un mismo desamor.
Aunque sea en sueños, el derecho a volar debería ser un derecho humano: A poder dibujar en la arena de una playa desierta con los pies "te quiero", a residir en tu corazón, a envalentonarse ante la vida, a pasear por una verde pradera o parda de tus intimidades.
A mis amigas de charlas en institutos, a mis amigos de risas en la mañana, a mis amigos y amigas algo más que amigos, compartiendo noches, a los amigos y amigas pendientes, a quienes llevan conmigo 34, 30, 28, 17 y 17 años, a todos los que están cerquita de ellos, a mis amigos y amigas de viaje, a los y las que no me ven pero me siguen, a los de sexo en Madrid, a los que están en la distancia, a los que me visitan de vez en cuando...
Fotografía de Gema Crespo.
En 2009 otra vez tuve la suerte de volar.
5 comentarios:
Gracias, Yeye, por esta entrada sobre sueños, derechos y placeres. Me ha gustado mucho.
Un besín.
Qué bien escribes Gutié, nos vemos prontito, qué bien.
Por seguir siempre volando a tu lado aunque ahora sea en la distancia. Un beso.
Si empiezo a volar, espero poder caer en tus brazos. Un beso!
Que bonito Guti, qué bien que lo expresas!! Por lo momentos vividos, frente al mar, en nuestras cenitas en Parla, en las tardes de Renoir y en tanto y tantos momentos impagables.. Un beso. Gema.
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