LA PROPIA CIUDAD NOS DIRIGÍA EL PASO

A lo lejos, la ciudad va cerrando sus ojos, el traqueteo del tren despide su contorno. Las tórtolas desisten en su canto y el viento peinará su silencio…

Siempre ha habido virtudes en peligro de extinción, pero nunca se termina de extinguir ninguna, quizás sólo una de ellas era tan poco común que pensé que ya ni existía. Si bien todos sabemos que entre los que nos encontramos existen personas que son capaces de transmitirnos sensibilidad, humildad, ternura, solidaridad, respeto, empatía, y muchas otras, quizás sea una la que engloba a todas la demás. Podría parecer un término muy común a nuestros oídos, pero ya digo que pensaba que, en realidad, se trataba de algo inexistente. Yo la llamaría bondad…

Estos días atrás tuve la gran suerte de descubrir que aún existen seres capaces de transmitir bondad, de hacer notar a través de sus miradas, de sus actos, realidades que un día pasado pensé pasadas...

Anduvimos tanto, que hasta la propia ciudad nos dirigía el paso, sabía por qué lugares no habíamos transitado, monumentos, edificios singulares, espacios culinarios, naturales.

Zaragoza tiene dos catedrales, La Seo, preciosa y el Pilar, grandiosa, La Aljafería, un palacio árabe; un museo de bellas artes con cuadros de Goya y otros destacados pintores; será sede de la Exposición Internacional de 2008, cuyo tema principal será el agua, y muy importante para el que ande por allí por esas fechas, el 16 de agosto de este año habrá un concierto de Miguel Poveda.

Pero lo que hay en Zaragoza son y serán grandes amigos…

Ir a trabajar a Parla Este

Ni cuando estuve en Lima encontré esta imagen, los autobuses iban parando donde encontraban gente, un muchacho asomaba medio cuerpo e iba diciendo los lugares donde el viejo autobús tenía parada “Arequipa, Arequipa, Miraflores…”, era una forma de subastar su autobús, de presentarlo. El caos organizaba la enorme ciudad, y mientras caminabas por sus calles todo era visible, la media rondaba el 1.60 de estatura. Fue una experiencia inolvidable…, me recordaba algo que nunca había vivido, sino cómo me habían contado…

Aterrizamos en Parla-Este porque nos pusieron un autobús, cada media hora entre diario, y cada hora los fines de semana, este autobús habría sido necesario mucho tiempo antes, cuando la gente que nos está construyendo el barrio comenzó a desplazarse para venir a trabajar hace dos años y hasta que no llegaron los primeros habitantes del barrio no pusieron el autobús que entraba en sus calles…, pero claro, los que vienen a trabajar no son autóctonos, ni votan, ni exigen. Todos los días, algunos de ellos, tenían que caminar hasta su lugar de trabajo, después de llegar a la estación de cercanías y coger otro autobús que no entraba en el barrio…

Esta imagen está tomada una mañana de este invierno a las 7.30 aproximadamente, cerca de la estación de cercanías, esta gente coge este autobús para ir a trabajar a Parla-Este en la construcción. Intentan entrar en el autobús, los que no puedan tendrán que esperar a que llegue el siguiente dentro de media hora…

La Yeye tiene miles de particularidades...

El pasado invierno las ranas del parque de Parla Este croaban todas las tardes hasta el amanecer. Sonaban tronadoras, sin que ningún otro sonido dificultara su grandilocuencia. Meses después Diego me aseguraría que serían ranas comunes, llamadas así porque son las que más hay.

Esto es como las personas, cuando se habla del común de los humanos, vamos por la calle y reconocemos a gentes diferentes pero que, al fin y al cabo, todos, o casi todos tenemos algo de común, y a la vez algo de particulares, o si no fijaos en la Yeye, que hasta tiene una marca de picos en Cádiz, ella con sus pendientes de aros, sus oros, llevando a su Lucía cada mañana al colegio, como toda madre parleña, los lunes lentejas, los martes patatas guisadas, los miércoles arroz a la cubana, los jueves cocido, los viernes sopa del cocido del día anterior con pollo asado (comprado), los sábados judías blancas y los domingos arroz, ah y por la noche “remate”…, sus llegadas a casa a contarnos cómo le fue el fin de semana, nuestros cafés de sobremesa…

La gente puede sorprendernos, la Yeye tiene miles de particularidades, el resto de los comunes también, se trata sólo de abrirnos un poquito.

Las ranas croan y croan constantemente, pero la intensidad de cada uno de sus sonidos seguro que es diferente. Las personas tenemos timbres de voz, estaturas, temas de conversación, gustos musicales, lecturas, vivencias, recuerdos, sensibilidades diversas, sólo tenemos que abrirnos un poquito, y conocernos…

Por ahí anduvo ella…

Hola, soy la Yeye, y ya sabéis que no me hablo con el Gutierre, pero como me dio sus claves para el blog, ahora que le pirateo el wifi del internet, que es el único que paga en el bloque, aquí en Parla-Este, me he metido y os he puesto estas fotos...Mi hermano Esteban tiene una parcela en Escalona, y tiene piscina, de estas de dos por tres, que haces 20 largos y no te cansas, y a la que volvíamos por la carretera de Extremadura, le dije a mi Lucía, mi perlita "oye niña, y si nos pasamos por el chiringuito del Gutierre, en Vallecas", así que pa'llí que nos fuimos, y nada me puse a hacer fotos como una loca, porque hay que ver qué bien montao lo tenéis eh...

Pues bien, ahí estuve yo, me comí un montao de morcilla, que regalaban con un mini de cerveza, a mi Lucía le hicieron una tortillita francesa, que por cierto la morcilla todavía me está repitiendo, y me senté en una mesa con sus 4 sillas blancas a ver si pasaba algún vallecano pa'echarle una miradita. Las sillas muy limpitas eh, que ya sé yo que le dieron un buen lavao el día del montaje, que me lo contó la Virgi aprovechando que subió a mi casa a pedirme sal...; y nada viendo que el percal de la noche no estaba muy bien, porque era lunes y al día siguiente había que ir a currar, eché estas fotos de la gente de Amauta.

Así que empiezo: Para empezar en la primera foto donde los tiques, no hicieron mucho los muchachos, pero se echaron unas risas, después fotos el montaje del jueves, Dieguete con Gus en la cocina, a ver si el año que viene las morcillas las ponéis de cebolla que la de arroz me repite mucho. Luego siempre hay argunas que mucha caseta de Vallecas y no se montan na. Chss que no, que es broma, que las mozas se lo curraron...

Siempre, agradecidos a ellos Los Cuesta, un pedacito de mi Parla querida...

Y la Inesita y sus amigas con las que me eché una risas, a ver si las invito a la parcela de mi hermano en Escalona y hacemos una barbacoa, pero sin mucha grasa que luego las piedras de la vesícula no veas cómo tiran.

Hijiputi no te he puesto en ninguna foto porque me ha dicho la Virgi, que con el Gutierre no me hablo, que te da vergüenza, así que ole!, amo allá!...

Ah, y por cierto, el Deivid, que no lo he puesto en ninguna foto porque ya no me cogían más, tiene un blog nuevo, es http://entiemposdedavidelfantastico.blogspot.com/, para que entréis y veáis que cosas tan chulas escribe el chiquillo.

En 2008 hacemos un poco de marketing a ver si nos lo montamos mejor ;-)

Siempre, Yeye...

No supe qué decir...

Cuentan que hay un roble en la comarca de Carballeda, justo después de Rioconejos, llamado el roble de Campillongo, donde antaño la gente pasaba los días de siega descansando; para mí ese lugar siempre tendrá algo de mágico, porque allí pasamos una tarde durante nuestro viaje a conocer tus orígenes, donde por fin conocimos aquel lugar entre Campos de Castilla y tierras Gallegas, donde los niños son rapaces, y donde en la veiga cada víspera del 15 de agosto se hace la “fiesta en el río”.

El día que la conocí estaba sentado en el salón de actos del insti con la Yeye criticando a la gente que iba a compartir con nosotros la clase de 1º A, era la presentación del primer día de clase, y recuerdo que lo que más me impresionó fueron sus ojos, esa mirada única que algunos achacan a su inigualable mezcla, mitad sanabresa, mitad andina, pero hasta la tarde de ese día no me atreví a decirle nada, como dice la Yeye “chica, no supe qué decir”

Los días fueron pasando y compartimos tiempos, amores, rencores, ilusiones…

Vive con los pies en la tierra, le decía, vive más allá de tu imaginación, me decía…

Gracias por compartir estos casi 4 años encaminando rumbos…
Gracias por acariciarme el cuello en los Cercanías de toda la ciudad…
Gracias por compartir mis amores y soportar mis desalientos…
Gracias por levantarte cada mañana con una sonrisa pase lo que pase.

Cuando ya sólo tú vivas en Parla Este, espero que nos permitas la entrada...

La vida en Parla Este

Será el tranvía, serán las ranas croando con constancia durante un invierno de vientos y tempestades, será imaginar un Nueva York en el Manhatan del sur, o las tardes de relajo frente a un pc adivinador de desechos taciturnos...

Mientras intento comprender mi estacia en Parla-Este, me voy a subir a la casa de la Yeye a ver si me invita a un café y me cuenta qué pasó ayer en la reunión de la comunidad, que como me dice ella "chica, no veas la que se montó".