12 de septiembre de 2007

VISCA CATALUNYA Y SU BANDERA


Esta es otra de las perlas del viaje a la tierra de Salvador Dalí, donde iba a ser si no, donde se mezclan tópicos enfrentados, donde el sol alerta cada mañana con la tramontana, el viento del norte que sopla en la zona, que a algunos trastorna, y donde los niños venden sus pulseritas y sus piedras pintadas en la playa.

Un euro me costó esta maravilla de la ingenuidad, y es que los niños siempre serán niños. Quién me iba a decir a mí que me iba a encontrar en Cadaqués, en el mismísimo Ampurdán, provincia de Girona una piedra donde aparece la bandera de Cataluña y un toro de lidia, más flaquito sí, pero sólo le falta que ponga en el costado "Osborne".

Y los adultos seguimos comiéndonos el tarro con los problemas nacionales. Bueno, quizás todo sea más complejo de lo que parece, pero mientras unos discuten sobre estos temas, otros, los más pequeños nos muestran su mundo de paradojas como esta, que para ellos seguramente no lo sean.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

De niños no entendemos la simbología; una cruz sólo es una cruz, una medio luna sólo una medio luna, un trapo con colorines es un trapo bonito...

Dejamos de ser niños, crecemos y aprendemos a interpretar, una cruz es una religión, una medio luna el enemigo, un trapo con colorines nuestra patria o la de nuestros odiados vecinos ...

Entender simbolos es madurar.
Seguirlos es pudrirse.

gutierre dijo...

Muchas gracias por tan bonita reflexión...