31 de octubre de 2008

TURISTA EN MADRID

Nunca podré tener la sensación de ser turista en Madrid, porque soy de Madrid. Aquello que viví en otras ciudades a veces pienso que es difícil de apreciar aquí. Si eres de esta ciudad no sientes cómo te atrapa, cómo te emocionas al descubrir un edificio del Siglo XIX de la calle Mayor, o al darse una vuelta por los Sitios Reales, como La Quinta de los Molinos, o el Parque del Capricho, avanzas de la mano de alguien con quien quieres ir de la mano.
Sin embargo esta ciudad te hace muchas veces sonreir, y si la revisas, probablemente surja algo que nunca hayas hecho. Se trata de caminar en destino propio y ajeno a la vez...

4 comentarios:

6 dijo...

Jo, que chulo.

Don Joaquin dijo una vez "quien ha nacido en madrid no ha podido soñarla"
A mí a veces me atrapa, y me come, como sólo ella devora cuando quiere, y me olvido de que yo también la soñé, hace tiempo.

Por eso vale la pena, de cuando en cuando, dejarse sorprender por estas cosas...

Miles de besos, guapo.

6 dijo...

Posdata:

acertaste con el pudin, sin duda.

jajajaj

Anónimo dijo...

Me ha encantado lo escrito por 6 "quien ha nacido en madrid no ha podido soñarla" .
Yo aún me veo bastante turista en esa ciudad que dibujas pero no renunció a que con el tiempo y buenos consejos hacerla más mía.

Recuerdos

Anónimo dijo...

Siguiendo con las sabias palabras del maestro, para mí, esta es la que mejor describe el Madrid que algunos de mis paisanos zamoranos añoran:

...cada mañana bostezas, amenazas al despertador
y te levantas gruñendo cuando todavía duerme el sol,
mínima tregua en el bar, café con dos de azúcar y croissant,
el metro huele a podrido, carne de cañón y soledad.
Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal,
¿Dónde queda tu oficina para irte a buscar?
Cuando la ciudad pinte sus labios de neón
subirás en mi caballo de cartón.
Me podrán robar tus días… tus noches no...

Algunas de mis tarde de café en mi descando me pierdo por el Centro, y por el Palacio de Oriente, intentando ser uno más de los turistas. Pero soy incapaz de dejarme llevar por el pausado ritmo y ese lento disfrute de cada uno de los rincones del otro Madrid...
Lejos quedan los días de reproche hacia la urbe que me arrancó de la veiga.
Antanina.