28 de agosto de 2008

Y una chochona...




Nunca me gustaron las muñecas, me parecieron aburridas, y sosas. Cuando era pequeño me dedicaba a quitarle las piernas y jugar con ellas a los bolos, pero a la que más odié fue a la Nancy, que si Nancy enfermera, Nancy equitación, Nancy de primera comunión, pero lo peor es cuando se me presentó en vida, y durante unos meses me amargó la existencia, la mía y la de mis seres queridos. Paseándose a mis espaldas, a sabiendas del daño que me estaba haciendo, orgullosa de sus actos. Firme e independiente, Nancy gaseosa me sumió en la más triste agonía, hasta el día que hice que desapareciera de mi vida. Aquel día respiré, aun me repongo de la caída.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es que esta muñeca da miedo y todo...

Anónimo dijo...

Pues yo le tengo una manía a la Barbie......
Silvia