En la forma de hablarse, de mirarse, de sonreírse, lo banal de la conversación escondía un deseo entre ambos que contagiaba a los que compartían con ellos el vagón de Cercanías.
En la intimidad muchos de los que observaban aquella escena la envidiaban e imaginaban cómo les podría haber tocado ser a ellos alguno de los dos personajes.
1 comentario:
Esta escena me suena en los miles de viajes que ya hemos realizado a lo largo de todos estos años de Cercanias...hay momentos tan tiernos en esos trenes...
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